Hay fenómenos de la naturaleza paranormales, que una siente inaccesibles por mucho que sepa que existen de verdad. Bellezas en estado puro que nos rodean y que solemos ver en fotos espectaculares. Las auroras boreales son una de esas maravillas que todo ser humano tendría que saborear en directo alguna vez en la vida, como ir a sentir el mar, subir a una montaña o bucear en las profundidades.
Fuente: National Geographic (Tommy Eliassen)
Observar en los cielos nocturnos de Noruega, Islandia, Canadá, Alaska o Finlandia, esas olas de colores brillantes tiene que ser una experiencia inolvidable. No sé cuánto duran pero sé que en esta época es el mejor momento para admirarlas. Leo que las auroras boreales se producen cuando partículas del sol chocan con el campo magnético de la Tierra. Ese viento solar colisiona con el manto que rodea nuestro planeta y forma esos brillos de distintas tonalidades que si en fotografías impresionan, no puedo imaginar cómo sería verlas in situ.
Foto de Powall Art
Ondas, rizos y arcos de tonos verdosos, azulados, rosáceos o amarillentos pueden cruzar los cielos de manera sobrenatural ¡Qué pasada!
Foto de Visit Norway
Ahora tienen una explicación científica pero ¿os imagináis en la antigüedad lo que pensarían nuestros antepasados al verlas? Unos pensarían que se acababa el mundo, que el amanecer se había coloreado o que alguien estaba a punto de llegar de otros mundos.
@naniarenas
Pues eso, ojalá todos podemos disfrutarlas al menos una vez en la vida.
¡Besos!